Mientras unos terminan su jornada laboral, ellos la inician. La noche es su fiel compañera, aunque de vez en cuando el día los ilumina. A veces son más de ocho horas aguantando frío, calor, la lluvia, los malos tratos, los pitos, los malos olores y muchas otras cosas que se encuentran por el camino que están lejos de la su imaginación.
Hay que tener un buen estado físico que poco a poco se va ganando después de correr detrás del camión y levantando bolsas de todo tipo y tamaño. El uniforme incluye guantes, impermeable, gorra y tapabocas. Es un oficio de valientes, como lo son Nixon, Tulio y Pedro, quienes dicen que para poder hacerlo, hay que tener resistencia, estómago e incluso algo más.
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