Imagen recuperada de: https://pixabay.com/photos/anxiety-fear-mystic-mystery-ghost-2878777
Es lo que se siente cuando se levanta, pone los pies sobre el suelo, respira profundo, cuenta hasta diez y piensa que todo va a estar bien, que todo va a fluir porque la actitud es lo más importante.
Es lo que se percibe cuando se mira por medio de la ventana a esas almas en pena que deambulan de un lado al otro en medio del mundanal caos sin motivo aparente.
Es lo que se experimenta cuando hay que ponerse la diez, cuando hay que vestir la armadura y preparase para la guerra contra los fantasmas, cuando hay que levantarse así no exista razón alguna para hacerlo.
Es lo que se siente cuando se tienen ganas de comerse el mundo, de concretar proyectos, de alcanzar las metas y trabajar por ellas.
Es lo que se padece cuando se debe aparentar que todo está bien, cuando se debe saludar y dar la mano con una sonrisa a quien se atraviesa por educación, cuando se debe manifestar que todo está bien cuando debería responderse que todo anda mal.
Es lo que se experimenta cuando se les ve allí sentados, succionado la poca energía que se tiene como unos vampiros, mientras se la pasan mirando su computador y su móvil, stalkeando la vida de la gente y dejando pasar la suya.
Es lo que se siente cuando tienes ganas de hacerlo todo y hacer de todo, pero el tiempo no alcanza a pesar de los múltiples esfuerzos; cuando haces hasta lo imposible, pero nunca nada es suficiente.
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